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Recomendación

Semiótica 1

Roland Barthes provoca un encuentro insólito: el del signo, base de la sociedad del intercambio (“En el intercambio real, la abstracción debe ser simbolizada, realizada por medio de determinado signo “ 3 ) y de la moda ("un fenómeno colectivo que nos aporta con la mayor inmediatez la revelación de lo que hay de social en nuestros comportamientos “). El estudio de la moda se convierte entonces en el terreno propicio para reconstruir paso a paso un sistema de sentidos. “ El vestido escrito es completamente sentido”; siendo la moda el vestido el vestido descrito, analizar la moda es analizar el sentido.

…Podría decirse que al utilizarse todo el utillaje del la lingüística para revelar “la moda como un sentido”, esa revelación se transforma necesariamente en su contrario complementario: el sentido aparece como una moda. Se realiza así el trayecto completo: una sociedad (la del intercambio) deificada en ciencia (la moda como signo = del sentido) reencuentra su reificación en su “objeto” (la moda como signo = sentido). Estamos ante una tautología: el signo se encuentra con el signo: la objetividad del discurso científico salta; la lingüística – madre de las ciencias llamadas humanas‐ se halla ante un espejo; de pronto, estalla el ideologema del signo; también él depende del espejo      (reconocimiento, identificación, semejanza por encima de la diferencia), diré, para volver sobre ello más adelante, que segura la lógica del habla y por lo tanto del sentido. “ ¿No es el habla el relevo fatal (subrayado nuestro) de todo orden significativo?” , escribe Barthes; y también: “…en una sociedad como la nuestra. En que mitos y ritos han adoptado la forma de una razón. Es decir en definitiva de un habla, el lenguaje humano no es únicamente el modelo del sentido, sino también su fundamento”.

Información

Kristeva Julia, "El Sentido y la Moda". En Semiótica 1 (77 ‐ 115)

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